Durante el embarazo, salvo indicación médica, se puede comer de todo. Sin embargo, sí hay algunos alimentos con los que debes tener cuidado. Te decimos cuáles son:
Lava muy bien las verduras y las frutas (éstas, mejor pélalas) con una lejía especial para alimentos y no las consumas fuera de casa.
Si no tienes anticuerpos de toxoplasmosis, recuerda que deberás prescindir del jamón serrano y de los embutidos que no hayan sido cocinados.
No consumas huevos crudos ni salsas elaboradas con ellos como la mayonesa, sobre todo fuera de casa. Del mismo modo, evita los quesos blandos sin pasteurizar, tipo camembert, y el paté casero.
Come la carne de vaca, cerdo y aves bien cocinada, ya sea asada, frita o guisada, pero nunca cruda ni poco hecha. Por tanto descarta los carpaccios y el steak tartare. Tampoco es recomendable el consumo de vísceras como el hígado, los sesos, criadillas, riñones...
El pescado crudo como el sushi o los boquerones en vinagre es recomendable que durante tu gestación los evites. El marisco o moluscos crudos, como las otras, tampoco son muy recomendables.
No tomes más de dos tazas de café o té al día, especialmente durante el primer trimestre, ya que las dosis muy altas de cafeína y teína duplican el riesgo de aborto espontáneo, según la revista American Journal of Obstetrics.
Lo mismo vale para los refrescos de cola: no son recomendables más de dos latas al día. Las infusiones relajantes (lavanda,melisa) sólo pueden tomarse con permiso del ginecólogo. Y si utilizas edulcorantes, el más seguro para la gestación es el aspartamo.
Ni una copa en estos meses. No hay cantidad segura de alcohol para el feto.
Reduce su consumo, échala sobre el plato ya cocinado y elige sal yodada.
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